sábado, 20 de febrero de 2021

Elección y consecuencia

 

 

Conocí hace ya muchos años, a un cantautor reconocido y apreciado en todo el mundo. Estuvimos horas hablando de esto y aquello, hasta que me confesó su gran frustración: no soportaba tener que cantar una y otra vez esa canción que un día compuso pero que consideró que era la más mediocre de todas y, aun así, la incluyó en su álbum para redondear el número.  Esa fue la que lo catapultó a la fama. Y esa era la que tenía que incluir en todos y cada uno de sus conciertos.

Con toda la fama, dinero y poder que tenía, no podría jamás desprenderse de esa maldita y mediocre canción.

Yo escribí un relato, que en su día consideré bellísimo. Los pocos que lo leyeron, lo aplaudieron virtualmente, pero quedó relegado entre montones de otras letras.

Ahora, he tenido la suerte de que sea precisamente ese relato, mi estandarte de presentación. Así que me ha hecho recordar la historia del cantautor, y de la que me he librado.